Consiste en repetir la idea falsa sin pausa y sólidamente, por todos los medios y en todas las ocasiones posibles, con convicción. Ha de decirse como si fuera evidente, incluso escandalizándose de que se cuestione. Suele provocar el hartazgo de quienes confrontan la mentira, por lo que llegado un momento se callan y lo dejan por imposible. Estrategia del agotamiento. A largo plazo la repetición es muy eficiente y recaba apoyos entre los menos informados. Es un método que siempre se añade a los demás métodos, como refuerzo.