Vamos a aclarar qué significan realmente las palabras que usamos para referirnos a las ideologías que defienden los partidos: derecha, extrema derecha, centro, centro-derecha, izquierda, extrema izquierda, nacionalismo, secesionismo y otras.
Es importante destacar que una cosa es lo que los partidos dicen defender, y otra lo que defienden por la vía de los hechos. En esa diferencia vamos a hacer hincapié para saber la COHERENCIA de cada uno de los partidos y líderes.
También es importante darse cuenta de que la inmensa mayoría de los partidos (conviene dejar un resquicio para no ser injusto en las generalizaciones) han terminado por convertirse en "empresas" que venden ideas por medio de etiquetas. Buscan los conceptos e ideas que más aceptación tienen y se presentan como sus defensores.
Comprender esto es el principio para liberarse de los apegos emocionales hacia ciertos líderes, partidos e ideologías, porque son sólo eso, apegos.
IZQUIERDA TRADICIONAL o Socialdemocracia: tradicionalmente han defendido la justicia social, el reparto de la riqueza de forma equitativa principalmente por medio de la intervención del Estado. Consideran lo público como superior/preferible a lo privado y quieren una sociedad donde el Estado sea grande y la iniciativa privada tenga menos importancia y esté más intervenida. Consideran que el Estado debe meterse en algunos asuntos privados, y mantener la iniciativa de las normativas y las regulaciones.
Está representada de forma minoritaria en los viejos barones del PSOE (Felipe González, Alfonso Guerra, J.L. Corcuera) pero no en la dirección sanchista del partido.
NUEVA IZQUIERDA: recoge la tradición de la izquierda histórica y reconvierte su ideología ante la debilidad del conflicto de clase en la sociedad contemporánea, especialmente palpable tras la debacle de la Unión Soviética en 1990 (caída del telón de acero) principal bastión comunista. Las bases de esta nueva izquierda son de origen francés, alemán y cubano y se pusieron en marcha a partir del famoso Foro de Sao Paulo, convocado por Lula da Silva, Fidel Castro y Hugo Chavez. Se trata de un cambio de estrategia: se pasa de la lucha por el poder a través de medios políticos y militares a una batalla cultural. Va a las bases de la cultura para cambiar los pilares de la civilización y crear otra cosa más maleable. En lo que se refiere a la justicia social o la equidad en la distribución de la riqueza, se aprecia una considerable pérdida de interés por un tema que no despierta, al parecer, el entusiasmo de antaño en la población.
Se dirige a ciertas minorías mostrándoles una supuesta opresión que sufren, ofreciéndose como su liberadora. Aboga por una igualdad de resultados entre sexos (que prefiere llamar igualdad de género) por medio de una legislación coercitiva (cuotas, políticas de discriminación positiva, leyes específicas para las mujeres, etc.).
Gran parte de su discurso está centrado en la mujer, reclamando el monopolio del feminismo. También se dirige a los colectivos LGTBI, los nacionalismos periféricos y los inmigrantes (especialmente los de países árabes), propugnando medidas de discriminación positiva hacia ellos. En costumbres defienden leyes de aborto libre y subvencionado, la eutanasia y se muestran contrarios a políticas pro-vida. Centran su discurso en unas "injusticias" (ya sean el Patriarcado, el racismo, la "homofobia" etc) contra las que se presentan como los únicos detractores. Promueven teorías de ingeniería social que reinventan la familia y la sexualidad.
Apelan continuamente a cualquier concepto que cree conflicto emocional (aunque esto es utilizado también por las demás ideologías). Por ejemplo, apelan al franquismo (asignándole la etiqueta de fascista) y lo relacionan con Cs, PP, Vox y la derecha en general, señalándoles como herederos de un régimen ilegítimo. Rechazan mayoritariamente la idea de España como nación, sus signos (bandera, escudo, tradiciones) y el papel histórico del Imperio Español (al que consideran un genocidio). Sin embargo, exaltan la Segunda República, su régimen político de referencia. Impulsan la Ley de Memoria Histórica para recuperar el conflicto ideológico de la Guerra Civil y reivindican una compensación histórica por la derrota bélica y por la represión de la dictadura. Condenan enérgicamente el exitoso golpe franquista del 36, pero, por ejemplo, suelen omitir el golpe de Estado fallido del PSOE en el 34. Buscan denostar cualquier aspecto positivo de la época franquista y borrar todas sus huellas, a la vez que silencian el grave deterioro social que tuvo lugar en la Segunda República.
En España los representantes que más se ciñen a esta ideología son el PSOE de Pedro Sánchez y una facción del partido Podemos en sus diferentes denominaciones. Sin embargo el Partido Popular apoya tácitamente esta ideología por la simple razón de que las encuestas así se lo dictan (carecen de principios que no sean obtener el poder).
EXTREMA IZQUIERDA: se suele identificar con el Comunismo, pero no siempre. El Comunismo defiende un régimen totalitario (dictadura del proletariado) donde la cúpula del Partido Único decide toda la vida de los ciudadanos, planifica la economía y controla la información, restringiendo las libertades.
El Comunismo ha sido condenado por el Parlamento Europeo junto con el Nazismo y el fascismo como ideologías non gratas en el territorio europeo. Las tres fueron el germen de la Segunda Guerra Mundial.
En España lo defienden como parte de su ideario (explícita o implícitamente) los partidos Podemos, Izquierda Unida, Partido Comunista de España, EH Bildu, CUP. Es decir, partidos que se dicen "democráticos" defienden ideologías totalitarias que han causado a través de la historia millones de muertes y que a día de hoy siguen conculcando e ignorando los derechos humanos como en Cuba, Corea del Norte, China, Nicaragua, Venezuela, etc.
El por qué siguen siendo votados después de semejante contradicción suponemos que se debe a la ignorancia, la falta de fundamento y la compra de votos.
En el centro se suelen colocar los también llamados "liberales" que admiten un Estado que interviene en gran medida, pero la sociedad es liderada fundamentalmente por la iniciativa privada, con garantías para una auténtica libertad de mercado.
Ideológicamente se identifica con algunos conceptos de la izquierda: aborto no penalizado, "matrimonio" homosexual, inmigración "libre", Estado laico, pero, a diferencia de la izquierda propiamente dicha, cree más en los buenos gestores económicos que en las ideologías como guía para establecer políticas.
El partido que mejor representaba esta opción hasta mediados de 2020 era Ciudadanos (C's), pero en la actualidad nadie sabe a ciencia cierta qué defiende Cs. El partido está en vías de desaparición o de convertirse en una fuerza residual.
La izquierda globalista se caracteriza por impulsar el poder de las organizaciones supranacionales (ONU, EU) y quitar soberanía a los estados nación. Las organizaciones supranacionales tienen mucho menos (o ningún) control democrático, no las elige el ciudadano o lo hace de forma muy indirecta. En el caso de la Unión Europea, el ciudadano elige a representantes al Parlamento Europeo, pero éste no tiene apenas competencias ni control sobre las decisiones de la Comisión Europea.
Su ideología centra su discurso en colectivos vulnerables y minorías, haciendo hincapié en las injusticias que sufren, para proponer leyes que regulan la vida y las costumbres de las personas, y frecuentemente adoptando políticas de discriminación positiva.
Es propulsora de la ideología de género, una corriente anti-científica que ataca a la familia tradicional y a la cultura europea occidental de base cristiana, negando los conocimientos de las ciencias tradicionales (Biología, Medicina, Embriología, Genética, etc). Es anticlerical e intenta reducir o erradicar cualquier huella de la Iglesia Católica, en la enseñanza y en la vida pública. Sin embargo apoya implícita o explícitamente el desarrollo de la religión musulmana y otras de escaso arraigo en España.
Las élites globalistas están formadas por magnates multimillonarios (como Bill Gates y George Soros como cabezas visibles) cuya principal y confesada apuesta es la reducción de la población mundial. Creen que en el mundo hay "demasiada gente" y propugnan medidas políticas a nivel nacional o supranacional (OMS, ONU, BM, FMI) tendentes a eliminar población. La principal medida de este plan es la difusión del aborto como "derecho reproductivo". El FMI, por ejemplo, suele presionar a los países en desarrollo para que despenalicen y subvencionen el aborto. Las cifras de población "eliminada" por este método son escalofriantes: en España 100.000 cada año. Otras medidas son la eutanasia y la difusión y promoción de los estilos de vida LGTBI, estériles por necesidad. Esta promoción se realiza bajo la apariencia de "respeto a la diversidad", y se incluye en libros, series de televisión, películas y toda clase de materiales audiovisuales, cursos, asociaciones, etc.
Gran parte de la población acepta y apoya estas medidas pues se les ha inculcado la idea de que son para "aceptar y respetar la diversidad", para no hacerles sufrir. No ven la planificación que hay detrás, ni las consecuencias de estos estilos de vida, aunque ya se han reflejado de forma evidente en los índices de natalidad (los más bajos de la historia desde que se miden) y de suicidios (los más altos de la historia desde que se miden).
Sus mayores defensores son Podemos y sectores sanchistas del PSOE.
El centro derecha defiende principalmente la iniciativa privada dentro de un Estado que actúa de árbitro y garante de la ley. Propugna una menor intervención del Estado. Acepta como suyas algunas ideologías típicas de la izquierda: aborto legal, matrimonio homosexual.
En la cuestión autonómica su postura es variable según los territorios, pero históricamente ha dejado hacer a los nacionalismos y secesionismos a su antojo. Defiende las Comunidades Autónomas.
Las diferencias reales entre las medidas de gobierno de PSOE y PP se han ido reduciendo progresivamente en materia económica. El PSOE suele aumentar los impuestos en general, y bajo sus mandatos siempre han aumentado las cifras del paro y del gasto del sector público, el déficit y el peligro de bancarrota estatal. El PP, por el contrario, ha corregido los déficits y ha aumentado los índices de empleo, aunque muchas veces a base de contratos basura.
En corrupción, aunque ambos están ampliamente involucrados en los casos sentenciados, el PSOE lleva amplia ventaja en dinero robado (caso ERE de Andalucía, más de 600 millones de euros).
Su principal representante ha sido el PP hasta hace unos años, pero progresivamente se ha convertido en un partido de izquierda ideológica o de centro liberal escorado hacia la izquierda.
La derecha (o quizá deberíamos hablar de nueva derecha, para diferenciarla de la derecha representada por el PP, pues ellos mismos se identifican más con el centro que con la derecha) se configura principalmente como reacción a la izquierda y defiende los valores tradicionales como el trabajo y esfuerzo, la libertad y la responsabilidad individual (por contraposicióno al identitarismo y a los "derechos de los colectivos"), la igualdad de derechos de ambos sexos, la igualdad entre territorios, y, comparado con la izquierda, es más centralista.
Se opone a ideologías de izquierda como la ideología de género, pero, a diferencia de lo que se le suele achacar, defiende la unión legal entre homosexuales (si bien no acepta la denominación "matrimonio homosexual").
Rechaza también todas las políticas de discriminación positiva y las asociaciones que se dedican a "asesorar".
Rechaza el aumento de poder de las organizaciones supranacionales (sin control democrático) y defiende la soberanía de los estados nación.
Denuncia el gasto político excesivo (coches oficiales, cargos superfluos, duplicación de los servicios en autonomías) y el exceso de impuestos.
Propone la penalización del aborto (pues considera que el niño en gestación tiene su propio derecho a la vida y por tanto ha de ser defendida por ley, como la del resto de personas) y políticas pro-vida, además de la penalización de las prácticas eutanásicas.
Destacan en sus valores el patriotismo, el respeto a los mayores, la libertad ante todo y la mínima intervención del Estado.
Se muestra contraria a la inmigración irregular (la que no pasa por el filtro de la ley), hace hincapié en los delitos cometidos por inmigrantes, sobre todo del Maghreb.
Abogan por permitir una inmigración desde Hispanoamerica para evitar la "islamización" del país y suele pedir que se atienda antes la necesidad de los nacionales que la de los inmigrantes, una especie de "los españoles primero" y aducen que el Estado tiene un compromiso primero con sus ciudadanos.
El partido que mejor representa esta corriente es Vox.
Se la relaciona con una concepción autoritaria del Estado. En cierta manera es nostálgica de la época franquista, aunque el franquismo fue un régimen socialista en el sentido del control estatal de la economía. Se le suele adjudicar actitudes violentas y se la relaciona con tribus urbanas como los neonazis.
En España esta ideología no tiene representación parlamentaria. Es residual. Sin embargo, desde la izquierda se utiliza el término "extrema derecha" para criticar a todo lo que no es izquierda, que incluye: Ciudadanos, PP y Vox. Sociológicamente los términos "extremo" y "ultra" siempre suscitan rechazo social, por eso se utilizan para intentar desacreditar al adversario político. Esto no quiere decir que siempre sean falsos, pero es obvio que se están utilizando de forma falsaria para desacreditar gratuitamente a un adversario político, vaciando de sentido la palabra.
El término, actualmente, se ha convertido en un insulto, en una manera de expulsar al interlocutor del debate asignándole una etiqueta que tiene un rechazo social generalizado. No está claro lo que se quiere decir cuando se utiliza en los medios de comunicación. De hecho, no existe una definición seria.
El nacionalismo reclama "derechos", ventajas, prebendas y normas especiales para su territorio y pide más poder e independencia frente a un Estado central. Hay nacionalismos de derechas y de izquierdas, aunque tradicionalmente se han considerado conservadores, ya que suelen reclamar derechos históricos, es decir, privilegios.
Hay partidos nacionalistas que simplemente se contentan con exigir mayores cuotas de poder para legislar y gobernar sobre sus territorios. Otros reclaman una independencia total, a los que denominamos secesionistas, porque buscan la secesión o separación del Estado.
Es una ideología al alza en las llamadas "autonomías históricas" (País Vasco, Cataluña, Galicia), que coinciden con las que disponen de una lengua propia. Su éxito se basa, fundamentalmente, en su capacidad para lograr acuerdos ventajosos a cambio de un apoyo parlamentario a las pírricas mayorías que logran los partidos de ámbito nacional. Es decir, estos partidos suelen lograr ventajas políticas de autogestión y mayor inversión del Estado gracias a sus estrategias parlamentarias.
Reclaman el "derecho de autodeterminación", una figura legal creada por las Naciones Unidas, pero que la propia ONU limita a "territorios coloniales" o que sufran "una clara opresión política" y falta de libertad, ninguna de las cuales son posibles en España, ya que es una democracia reconocida en la UE e internacionalmente, y un Estado de Derecho con libertades políticas, mucho mayores que en países como Alemania o Francia en lo que al separatismo se refiere.
Aparte de esto, tienen un soporte ideológico que se basa en aspectos como la raza, la superioridad cultural, la diferenciación lingüística y una reescritura de la Historia (que incide en supuestas injusticias pasadas, frecuentemente exageradas o inventadas) y conectar con un deseo de sentirse "especial" frente a la masa.
No es apropiado hablar de nacionalismo en partidos que defienden naciones ya existentes y establecidas durante siglos (España, Francia, etc). En todo caso se trataría de patriotismo. El nacionalismo busca obtener su propio Estado independiente.
Algunos partidos nacionalistas en España son:
PNV, EHBildu, ERC, JxC, BNG, PSC, Podemos (coaliciones), PA, PPG, CC