Libertad, democracia, progreso, tolerancia, paz, inclusión, diversidad, memoria, justicia, derechos. Se las ha llamado ‘palabras talismán’. Son comodines con los que asociar ideas positivas al propio discurso, para crear contraste con el del adversario. ‘Yo soy el bueno y estos son los malos’. Por supuesto, carecen de base lógica o factual, y sin ella se convierten en afirmaciones gratuitas, que además prostituyen y vacían el significado de estos grandes principios universales.