Se trata de comenzar campañas informativas contra una ideología, partido o persona aprovechando ciertos acontecimientos. Si observamos en 2019 un insospechado interés por los incendios en la Amazonia, con vídeos de indígenas llorando por sus reservas, es posible que tengan algo que ver con la adscripción ideológica de actual presidente, Jair Bolsonaro. Si con Lula da Silva otros años hubo más o menos la misma o mayor cantidad de incendios y no hubo esa cobertura mediática, podemos ir atando cabos. Si después de treinta años de gobiernos socialistas en Andalucía, de repente un periódico lanza repetidamente noticias sobre el presupuesto andaluz, o sobre intoxicaciones, o cualquier otra crítica, no es plausible pensar que este medio tiene un repetino interés por la política andaluza, sino que su estrategia consiste en desprestigiar en la medida de lo posible el primer gobierno conservador en la región.