Atraer la atención del público con señuelos para mantener la presencia de un partido, ideología o persona en la opinión pública, y así hacerla más familiar.
Para atraer continuamente la atención hacia un discurso político o de partido, se lanzan a la opinión pública numerosas iniciativas curiosas, estrambóticas o simpáticas, pero sin recorrido ni repercusión real. Los medios de comunicación social suelen hacerse eco pues se trata de informaciones atractivas y entretenidas, y se logra mantener la presencia del partido en las conversaciones y en los medios, además de aparentar actividad política (que se ganan el sueldo, por así decirlo).
Un ejemplo son los anuncios desde el gobierno de medias, decretos o leyes con pomposos nombres, generalmente complicados y llenos de neotecnicismos que anuncias medidas siempre para los más desfavorecidos. Con frecuencia el impacto real de las medidas dista mucho del anunciado, y sólo queda la palabrería.
Otros métodos de manipulación