Una democracia no puede funcionar correctamente si sus ciudadanos y votantes están ampliamente manipulados
Manipular (RAE): Intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares.
Siempre ha existido manipulación. Es consustancial a cualquier sociedad humana. Pero cuando la manipulación alcanza niveles demasiado altos, entonces hablamos de una sociedad manipulada, es decir, que sirve a intereses particulares. Es una sociedad engañada y disfuncional.
Creemos que en la actualidad existe un nivel excesivo de manipulación, debido al abandono de los códigos éticos mínimos de, principalmente, políticos y periodistas.
En definitiva, la opinión pública se conforma a través de los medios de comunicación social, y determina el voto de millones de ciudadanos. Ese voto decide indirectamente quién gobierna en nuestro país, cómo se gastan nuestros impuestos y detenta el control de los recursos públicos.
Por eso los partidos y otros grupos de poder usan a los medios de comunicación como principal herramienta para conseguir el poder político.
Hay dos conceptos claves: veracidad y transparencia de la línea editorial.
Transparencia en la línea editorial: Un medio puede defender posiciones de derechas, de izquierdas, liberales o la que desee, siempre que lo declare públicamente y que distinga en sus productos inequívocamente qué textos son opinión y qué textos son información.
Veracidad: la información publicada nunca puede depender de que los hechos convengan o no a sus ideologías o partidos preferidos o adversarios. Si se ocultan, tergiversan o exageran hechos o informaciones para conseguir una simpatía o antipatía del público lector/espectador, eso no es periodismo, sino propaganda. Dicho de otra manera, mentir es inaceptable y eso incluye las numerosas maneras de no decir la verdad o de decir medias verdades.
Significa que algunos partidos y medios hacen su agosto con la radicalización y la polarización del público. Les interesa que conectes con tus emociones más primarias (miedo y rabia) para unirte a unos y oponerte a otros, presentando a unos como los buenos, y a otros como los malos. Les conviene que haya dos bandos y que luchen entre sí. Mientras, ellos ganan y la mayoría perdemos.
¿En qué ganan? Aumentan su audiencia y la involucración emocional de ésta, consiguiendo clics y una mayor cuota de mercado publicitario. También consiguen favores de los partidos a los que apoyan.
No. Hay una minoría de medios y profesionales que sí informan con criterios honestos. Es tu trabajo elegirlos. Aquí intentaremos apoyarte en esa búsqueda e intentaremos ser honestos en base a unos criterios objetivos.
¿Aún así piensas que todo esto de la manipulación no te afecta?